Mensaje a “M”.
Mensaje de Dios Padre a J.V. para “M”
Hijita Mía, Mis pilares de la Iglesia se han debilitado, los ministros, sacerdotes, que debieran llevar el peso difícil de la Iglesia, se han debilitado, ya no la sostienen más, por eso voy escogiendo almas comprometidas a Mi Amor para que sean éstas las que sostengan a Mí Iglesia.
Mi pequeña, sigue adelante, escucha Mi voz dentro de tu corazón, déjate llevar por las mociones de Mí Santo Espíritu, Él te irá indicando correctamente lo que deberás hacer por Mí Iglesia.
Cómo me duele, Mis pequeños, ver a aquéllos a quienes les correspondía mantener la Vida de Mi Iglesia, ver como se han ido al mundo, como la han descuidado, ya no les importa Mí rebaño, lo han dejado a merced del lobo y éste los va destruyendo, va destruyendo y desperdigando Mí rebaño.
Seguid adelante, Mis pequeños, porque Mí Hijo prometió que la Iglesia subsistiría hasta el fin del mundo, y ya sea con ministros buenos o con laicos comprometidos, pero Mi Iglesia va a subsistir.
Manteneos en oración para que podáis escuchar Mí voz dentro de vuestro corazón.
Oren por ellos para que regresen al buen camino.Gracias mis pequeños.
Estas dos Series de Mensajes que nuestro Padre Dios, en Su Santísima Trinidad nos da, tienen como finalidad regresarnos a Él y perfeccionarnos por medio de Sus regalos espirituales.
El hombre se ha separado de Dios y esto es una realidad, cada vez más vemos sectas y filosofías extrañas y por demás, apartadas de lo que Nuestro Señor Jesucristo nos vino a enseñar. Nuestro Padre, en Su Gran Misericordia, vuelve a tomar Su lugar como Padre y Protector de toda la humanidad, porque ve que nos hemos desviado enormemente de lo que Él quiere de y para nosotros y esto aunado a la “mediocridad espiritual” de los que nos decimos católicos-cristianos, está provocando que el angel del mal se esté apropiando de lo que a Dios Padre pertenece y que es lo más valioso que tenemos, nuestra alma.
Es tan bello tratar con nuestro Dios, que realmente nos enamora con Su Humildad, con Su Sencillez, con la confianza que nos dá para que nos acerquemos nuevamente a él, sin temores, llenos de confianza al saber que Su Amor todo lo comprende, todo lo perdona, todo lo regresa a la perfección en la que fuimos creados.
Al ser ese Padre amorosísimo, lo último que Él desea es que suframos, aunque le hayamos dado la espalda y por ello, en éstos escritos, nos recuerda nuestra posición, nuestro compromiso y nuestra meta aquí en la Tierra.
Unidos a Mí y a vuestros hermanos en el Amor, tendréis ésa fuerza grande que gozaréis infinitamente y que es el vivir en el Amor Perfecto."