martes, 23 de junio de 2009

Ave Maria



JMS Meditacion del día 23 de Junio, María Santísima nos pide la oracion: Puerta del cielo, paz para el alma, Consuelo para la pasión de Nuestro Señor Jesús.


Oremos:

AVEMARÍA
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.



ACORDAOS
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benigna mente. Amén.




BENDITA SEA TU PUREZA
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza. A Ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día, alma vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Amén




OFRECIMIENTO A LA SANTÍSIMA VIRGEN
¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guardame y defiéndeme como tu pertenencia y posesión tuya. Amén.

"La Virgen Inmaculada ... asunta en cuerpo y alma a la gloria celestialfue ensalzada por el Señor como Reina universal, con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo,Señor de señores y vencedor del pecado y de la muerte".(Conc. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, n.59).
Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos.

Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
¡Salve, Reina caelorum; Reina caeli, laetare!