lunes, 25 de abril de 2011

La alegría profunda tiene su origen en Cristo, en el amor que Dios nos tiene y en nuestra correspondencia a ese amor


JMS "..Tengo siempre presente al Señor, porque está a mi derecha, para que yo no dude. Por eso se goza mi corazón, se alegra mi lengua, y todo mi ser descansa confiado; porque no me entregarás al abismo, ni permitirás que tu fiel experimente la corrupción. Me enseñaste los caminos de la vida, y me saciarás de alegría en tu presencia.."

El día de Pentecostés, se presentó Pedro con los Once ante la multitud, levantó la voz y declaró solemnemente: "Israelitas, escuchen: Jesús de Nazaret fue el hombre a quien Dios acreditó ante ustedes con los milagros, prodigios y señales que realizó por medio de él, como bien lo saben. Dios lo entregó conforme al plan que tenía previsto y determinado, y ustedes, valiéndose de los impíos, lo crucificaron y lo mataron. Dios, sin embargo, lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte, pues era imposible que ésta lo retuviera en su poder, ya que el mismo David dice de él: Tengo siempre presente al Señor, porque está a mi derecha, para que yo no dude. Por eso se goza mi corazón, se alegra mi lengua, y todo mi ser descansa confiado; porque no me entregarás al abismo, ni permitirás que tu fiel experimente la corrupción. Me enseñaste los caminos de la vida, y me saciarás de alegría en tu presencia.
Hermanos, permítanme decirles con franqueza que el patriarca David murió y fue sepultado, y su sepulcro aún se conserva entre nosotros. Pero, como era profeta y sabía que Dios le había jurado solemnemente sentar en su trono a un descendiente suyo, vio anticipadamente la resurrección de Cristo, y dijo que no sería entregado a la muerte, ni su cuerpo experimentaría la corrupción.
A este Jesús, Dios lo resucitó, y de ellos somos testigos todos nosotros. El poder de Dios lo ha exaltado, y él, habiendo recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, lo ha derramado, como ahora lo están viendo y oyendo".

Hechos de los apóstoles 2, 14. 22-33

Por medio de La Palabra de Dios nos convertimos en personas llenas de fe, una persona con fe en todo ve la Mano del Señor, nunca se queja porque confia, no teme, sabe enfrentar las situaciones con valentia, pues en su humildad, reconoce que en todo esta la Obra del Señor, y que El habita en esta persona, por tanto repite una y ota vez junto al Apostol Pablo: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece"..

Rezemos el Salmo del dia con fe:
Salmo15, 1-2a

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Protégeme, Dios mío que me refugio en ti. Yo digo al Señor: "Tú eres mi dueño, mi único bien". Señor, tú eres mi alegría y mi herencia, mi destino está en tus manos.

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche instruye mi conciencia! Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha jamás fracasaré.

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Por eso se me alegra el corazón, hacen fiesta mis entrañas y todo mi ser descansa tranquilo; porque no me abandonarás en el abismo, ni dejarás a tu fiel experimentar la corrupción.

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Me enseñarás la senda de la vida, me llenarás de alegría en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

Meditacion
En la Muerte y Resurrección de Cristo hemos sido rescatados del pecado, del poder del demonio y de la muerte eterna. La Pascua nos recuerda nuestro nacimiento sobrenatural en el Bautismo, donde fuimos constituidos hijos de Dios, y es figura y prenda de nuestra propia resurrección, nos dice San Pablo: Dios nos ha dado vida por Cristo y nos ha resucitado con Él.

Los Apóstoles se alegraron viendo al Señor. Su alegría surge de haber visto a Cristo, de saber que vive, de haber estado con Él.
La alegría verdadera no depende del bienestar material, de no padecer necesidad, de la ausencia de dificultades, de la salud... La alegría profunda tiene su origen en Cristo, en el amor que Dios nos tiene y en nuestra correspondencia a ese amor. Se cumple, aquella promesa del Señor: Y Yo os daré una alegría que nadie os podrá quitar. Nadie: ni el dolor, ni la calumnia, ni el desamparo..., ni las propias flaquezas, si volvemos con prontitud al Señor. Esta es la única condición: no separarse de Dios, no dejar que las cosas nos separen de Él; sabernos en todo momento hijos suyos, vivir como hijos suyos, amando, perdonando, haciendo el Bien donde quiera que estemos, luchando dia a dia por ser cada vez mejor.

"cuando se busca al Señor, el corazón rebosa siempre de alegría”

"Así pues, también vosotros ahora os entristecéis, pero os volveré a ver y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo"..

En la Última Cena, el Señor no había ocultado a los Apóstoles las contradicciones que les esperaban; sin embargo, les prometió que la tristeza se tornaría en gozo.
En el amor a Dios, que es nuestro Padre, y a los demás, y en el consiguiente olvido de nosotros mismos, está el origen de esta alegría profunda del cristiano. Y esta es lo normal para quien sigue a Cristo. El pesimismo y la tristeza deberán ser siempre algo extraño al cristiano. Algo que, si se diera, necesitaría de un remedio urgente.
Debemos fomentar siempre la alegría y el optimismo y rechazar la tristeza

Estar alegres es una forma de dar gracias a Dios por los innumerables dones que nos hace; la alegría es “el primer tributo que le debemos, la manera más sencilla y sincera de demostrar que tenemos conciencia de los dones de la naturaleza y de la gracia y que los agradecemos”.Nuestro Padre Dios está contento con nosotros cuando nos ve felices y alegres con el gozo y la dicha verdaderos.
Con nuestra alegría hacemos mucho bien a nuestro alrededor, pues esa alegría lleva a los demás a Dios. Dar alegría será con frecuencia la mejor muestra de caridad para quienes están a nuestro lado.

Dios quiere que el hogar en el que vivimos sea un hogar alegre.

Una casa cristiana debe ser alegre, porque la vida sobrenatural lleva a vivir esas virtudes: generosidad, cordialidad, espíritu de servicio, a las que tan íntimamente está unida esta alegría. Un hogar cristiano da a conocer a Cristo de modo atrayente entre las familias y en la sociedad. Debemos procurar también llevar esta alegría serena y amable a nuestro lugar de trabajo, a la calle, a las relaciones sociales. El mundo está triste e inquieto y tiene necesidad, ante todo, del de la paz y de la alegría que el Señor nos ha dejado. ¡Cuántos han encontrado el camino que lleva a Dios en la conducta cordial y sonriente de un buen cristiano! La alegría es una enorme ayuda en el apostolado, porque nos lleva a presentar el mensaje de Cristo de una forma amable y positiva, como hicieron los Apóstoles después de la Resurrección. Jesucristo debía manifestar siempre su infinita alegría interior. La necesitamos también para nosotros mismos, para crecer en la propia vida interior. Santo Tomás dice expresamente que “todo el que quiere progresar en la vida espiritual necesita tener alegría”. La tristeza nos deja sin fuerzas; es como el barro pegado a las botas del caminante que, además de mancharlo, le impide caminar.Esta alegría interior es también el estado de ánimo necesario para el perfecto cumplimiento de nuestras obligaciones. Y “cuanto más elevadas sean estas, tanto más habrá de elevarse nuestra alegría”. Cuanto mayor sea nuestra responsabilidad mayor también nuestra obligación de tener paz y alegría para darla a los demás, mayor la urgencia de recuperarla si se hubiera enturbiado.

Aprendamos de San Pablo: Su espíritu no decae ante las tribulaciones porque sabe en quien ha puesto su confianza;"Por este motivo estoy soportando estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, porque yo sé bien en quién tengo puesta mi fe, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día." -II Timoteo 1,12;

Ultima Refleccion
: "Que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo" (Rm 14,17).
Es una lección que debemos aprender también nosotros: con los diversos carismas confiados a Pedro y a Pablo, dejémonos todos guiar por el Espíritu, intentando vivir en la libertad que encuentra su orientación en la fe en Cristo y se concreta en el servicio a los hermanos. Es esencial ser cada vez más conformes a Cristo. Es así que se es realmente libre, así se expresa en nosotros el núcleo más profundo de la Ley: el amor a Dios y al prójimo. Pidamos al Señor que nos enseñe a compartir sus sentimientos, para aprender de Él la verdadera libertad y el amor evangélico que abraza a todo ser humano.
Catequesis del Papa Benedicto XVI

Oremos
Oh Dios, tenemos siempre presentes los maravillosos gestos de tu amor que constantemente nos dispensas. Tú eres el único que merece ser amado con todo el corazón, más que la vida y por encima de las riquezas; afianza nuestro amor en tu Amor; amándote a ti, el único Bueno, alégrese nuestro corazón y gócense nuestras entrañas, mientras Tú nos sacias del gozo de tu Presencia. Te lo pedimos, Padre, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Quien en ti se refugia, Señor, no queda confundido, porque así como no consentiste que tu Hijo experimentara la corrupción, sino que le saciaste de alegría perpetua a tu derecha, también a nosotros nos enseñas el camino de la vida que conduce hacia ti, Señor, dispensador de vida eterna. Amén
Oraciones: Fuente: www.franciscanos.org

lunes, 11 de abril de 2011

Quédate conmigo, Señor, porque tu eres mi luz y sin ti yo estoy en la oscuridad."Padre Pio


JMS Dios nuestro, que con el don de tu amor nos colmas de bendiciones, transfórmanos en una nueva criatura para que estemos preparados a la Pascua gloriosa de tu Reino.

Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me siga tendrá la luz de la vida. En aquel tiempo dijo Jesús a los judíos: "Yo soy la luz del mundo. El que me siga no caminará a oscuras, sino que tendrá la luz de la vida". Al oír esto, los fariseos le dijeron: "Estás dando testimonio de ti mismo; por tanto, tu testimonio no tiene valor". Jesús les contestó: "Aunque doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es válido, porque sé de dónde vengo y a dónde voy. Ustedes, en cambio, no saben ni de dónde vengo ni a dónde voy. Ustedes juzgan con criterios mundanos. Yo no juzgo a nadie, pero si lo hiciera, mi juicio es válido, porque no soy yo sólo el juez, sino que también está conmigo el Padre, que me envió. En su ley está escrito que el testimonio dado por dos testigos es válido. Pues bien: un testigo a mi favor soy yo mismo; pero también da testimonio a mi favor el Padre, que me envió". Ellos le preguntaron: "¿Dónde está tu Padre?" Jesús les contestó: "Ni me conocen a mí ni conocen a mi Padre; si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre". Jesús dijo esto cuando estaba enseñando en el templo, junto a las alcancías de las ofrendas. Sin embargo, nadie se atrevió a detenerlo, porque aún no había llegado su hora. +Evangelio según san Juan 8, 12-20 Palabra del Señor.

Meditamos el Evangelio: "Tú eres la luz;sólo Tú , Jesus, puedes iluminar mi camino con una luz que es vida. «Yo soy la luz del mundo.»
«La palabra de Dios es luz para el entendimiento, fuego para la voluntad, para que el hombre pueda conocer y amar a Dios; y para el hombre interior; el que vive por la gracia del Espíritu Santo, es pan y agua, pero un pan más dulce que la miel y el panal, un agua mejor que el vino y la leche; es para el alma un tesoro espiritual de méritos, y por esto es comparada al oro y a la piedra preciosa» San Lorenzo de Brindisi.

Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros.
Hijo, está firme y espera en Mí. ¿Qué son las palabras sino palabras? Vuelan por el aire, mas no mellan una piedra. Si estás culpado, determina enmendarte. Si no hallas en ti culpa, llévalo con gusto por Dios. Muy poco es el que sufras alguna vez siquiera malas palabras, ya que aún no puedes tolerar grandes golpes. Y ¿por qué tan pequeñas cosas te llegan al corazón, sino porque aún eres carnal, y miras mucho más a los hombres de lo que conviene? Porque temes ser despreciado, por esto no quieres ser reprendido de tus faltas, y buscas la sombra de las excusas. Considérate mejor, y conocerás que aún vive en ti, el amor del mundo, y el deseo vano de agradar a los hombres. Mas el que no está dentro de su corazón, ni me tiene a Mí delante de sus ojos, presto se mueve por una palabra de menosprecio; pero el que confía en Mí, y no desea su propio parecer, vivirá sin temer a los hombres. Porque Yo soy el Juez y conozco todos los secretos; Yo sé cómo pasan las cosas; Yo conozco muy bien al que hace la injuria, y también al que la sufre. De Mí sale esta palabra; permitiéndolo Yo acaece esto, para que se descubran los pensamientos de muchos corazones.
Yo soy quien escudriño los corazones y los pensamientos, y que no juzgo según el exterior y apariencia humana. Antes muchas veces se halla a mis ojos culpable el que al juicio humano parece digno de alabanza.


Oracion de Confianza del alma en Humildad a Dios:
Señor Dios, justo juez, fuerte y paciente, que conoces la flaqueza y maldad de los hombres, sé Tú mi fortaleza y toda mi confianza, pues no me basta mi conciencia. Tú sabes lo que yo no sé: por eso me debo humillar en cualquier reprensión y llevarla con mansedumbre. Perdóname también, Señor piadoso, todas las veces que no lo hice así, y dame gracia de mayor sufrimiento para otra vez. Porque mejor me está tu misericordia copiosa para alcanzar perdón, que mi presumida justificación para defender lo oculto de mi conciencia. Y aunque ella nada me acuse, no por esto me puedo tener por justo; porque quitada tu misericordia, no será justificado en tu acatamiento ningún viviente. TOMÁS DE KEMPIS

Oremos en la 5ta semana de Cuaresma camino de Humildad hacia La Pascua
Dame, Señor, la simplicidad de un niño y la conciencia de un adulto. Dame, Señor, la prudencia de un astronauta y el coraje de un salvavidas. Dame, Señor, la humildad de un barrendero y la paciencia de un enfermo. Dame, Señor, el idealismo de un joven y la sabiduría de un anciano. Dame, Señor, la disponibilidad del Buen Samaritano y la gratitud del menesteroso. Dame, Señor, todo lo que de bueno veo en mis hermanos, a quienes colmaste con tus dones. Haz, Señor, que sea imitador de tus santos, o, mejor, que sea como Tú quieres: perseverante, como el pescador, y esperanzado como el cristiano. Que aparezca en el camino de tu Hijo y en el servicio de los enfermos. Amén. Fuente Vivir La Cuaresma portal Encuentra.com
Hemos elegido esta Oracion para Nuestra Cuaresma para abandonarnos en los brazos del Señor, y empezar un nuevo camino juntos:
Oracion compuesta por el Santo Padre Pio de Pietrelcina.

Quédate conmigo, Señor, porque es necesario tenerte presente para que Yo no te pueda olvidar. Tu sabes que tan fácilmente te abandono. Quédate conmigo, Señor, porque Yo soy débil y necesito de tu fortaleza, para que no caiga tan frecuentemente. Quédate conmigo, Señor, porque tu eres mi vida y sin Ti Yo estoy sin fervor. Quédate conmigo, Señor, porque tu eres mi luz y sin ti yo estoy en la oscuridad. Quédate conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad. Quédate conmigo, Señor, para que Yo pueda escuchar tu voz y seguirte. Quédate conmigo, Señor, porque Yo deseo amarte mucho y siempre estar en tu compañía. Quédate conmigo, Señor, si tu deseas que Yo sea fiel a ti. Quédate conmigo, Señor, pobre como mi alma es, Yo deseo que sea un lugar de consolación para Ti, un nido de amor. Quédate conmigo, Señor, porque se hace tarde y el día se está terminando, y la vida pasa. La muerte, el juicio y la eternidad se acercan. Es necesario renovar mi fortaleza, para que Yo no pare en el camino y por eso Yo te necesito. Se está haciendo tarde y la muerte se aproxima, tengo miedo de la oscuridad, las tentaciones, la aridez, la cruz, los sufrimientos. O como te necesito, mi Jesús, en esta noche de exilio. Quédate conmigo, esta noche, Jesús, en la vida con todos los peligros, Yo te necesito. Déjame reconocerte como lo hicieron tus discípulos en la partición del pan, para que la Comunión Eucarística sea la luz que dispersa la oscuridad, la fuerza que me sostiene, el único gozo de mi corazón. Quédate conmigo, Señor, porque a la hora de mi muerte, Yo quiero permanecer unido contigo, sino por la Comunión, por lo menos por la gracia y el amor.
Quédate conmigo, Señor, por que solamente eres tu a quien Yo busco, tu amor, tu gracia, tu voluntad, tu corazón, tu espíritu, porque Yo te amo y te pido no otra recompensa que amarte mas y mas. Con un amor firme, Yo te amaré con todo mi corazón mientras aquí en la tierra y continuaré amándote perfectamente durante toda la eternidad. Amén.

Fuente: Pueblo de Maria

Padre pio de Pietrelcina Blog

domingo, 3 de abril de 2011

La caridad es la que da unidad y consistencia a todas las virtudes que hacen al hombre perfecto. San Alfonso Maria de ligorio


JMS Si la adversidad te envuelve limitandote para actuar fija tu esperanza en Cristo y en un amigo celestial, cuando la pena tu paz destruye perdiendo tu bienestar temporal invoca a Teresa de Calcuta que auxiliar al pobre es su ideal, Madre Teresa de Calcuta, auxilianos! Responsorio a la Beata Madre Teresa de Calcuta

La oracion es un acercamiento y un encuentro con El Señor, con el Corazon de Dios Padre, en Quien depositamos nuestra alegria y nuestras cruces, nuestra historia y nuestro futuro y en Quien reposamos. Es una experiencia que nos hace descubrir que venimos de Dios y que tenemos que anclarnos a El porque siempre nos esta esperando; respetando nuestros tiempos y amandonos entrañablemente. Aprendiendo a Orar, dialogamos con Dios y asi aprendemos a reconocernos pobres, necesitados de El, a Quien debemos unirnos cada vez mas para poder conocer lo que es bueno para nosotros.
"Yo Soy La Vid y Ustedes los Sarmientos. Si alguien permanece en Mi y Yo en el, produce muchos frutos. Pero sin Mi no pueden hacer nada." Juan 15, 5

"
Oh Verbo encarnado, Vos disteis la sangre y la vida para comunicar a nuestras plegarias, según vuestra divina promesa, una eficacia tan poderosa que alcancen todo lo que pidan; mas nosotros, oh, Dios mío, tan descuidados, andamos en las cosas de nuestra eterna salvación que ni siquiera queremos pediros las gracias que necesitamos para salvarnos. Nos disteis con el gran medio de la oración la llave de todos vuestros tesoros y nosotros, por empeñarnos en no rezar, vivimos siempre en la más grande miseria espiritual .." San Alfonso Maria de Ligorio

"En la misma creación, Dios creador mandó a las plantas que diera cada una fruto según su propia especie: así también mandó a los cristianos, que son como las plantas de su Iglesia viva, que cada uno diera un fruto de devoción conforme a su calidad, estado y vocación.

"La devoción, insisto, se ha de ejercitar de diversas maneras, según que se trate de una persona noble o de un obrero, de un criado o de un príncipe, de una viuda o de una joven soltera, o bien de una mujer casada. Más aún: la devoción se ha de practicar de un modo acomodado a las fuerzas, negocios y ocupaciones particulares de cada uno.
" San Francisco de Sales

La vida perdurable consiste, primariamente, en nuestra unión con Dios, ya que el mismo Dios en persona es el premio y el término de todas nuestras fatigas: Yo soy tu escudo y tu paga abundante. Santo Tomas de Aquino

Oremos
Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo Dios, Padre santo y justo, Señor rey del cielo y de la tierra, por ti mismo te damos gracias, porque, por tu santa voluntad y por tu único Hijo con el Espíritu Santo, creaste todas las cosas espirituales y corporales, y a nosotros, hechos a tu imagen y semejanza, nos pusiste en el paraíso. Y nosotros caímos por nuestra culpa. Y te damos gracias porque, así como por tu Hijo nos creaste, así, por tu santo amor con el que nos amaste, hiciste que él, verdadero Dios y verdadero hombre, naciera de la gloriosa siempre Virgen la beatísima santa María, y quisiste que nosotros, cautivos, fuéramos redimidos por su cruz y sangre y muerte. Y te damos gracias porque ese mismo Hijo tuyo vendrá en la gloria de su majestad a enviar al fuego eterno a los que no hicieron penitencia y no te conocieron, y a decir a todos los que te conocieron y adoraron y te sirvieron en penitencia: –Venid, benditos de mi Padre, recibid el reino que os está preparado desde el origen del mundo. Amemos todos con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, con toda la fuerza y fortaleza, con todas las entrañas, con todos los deseos y voluntades al Señor Dios, que nos dio y nos da el cuerpo, el alma y la vida, que nos creó, nos redimió y por sola su misericordia nos salvará, que nos hizo y nos hace todo bien. Amen

Extractos extraidos de Corazones.org
Biblia
La Oracion de Cada Dia