En el Evangelio de Hoy 20 Domingo Durante el año,
Referido a Los Panes; Jesús dijo a los judíos: "Yo Soy el Pan vivo bajado del cielo.
El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que Yo daré es mi carne para la Vida del mundo".
Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Como este hombre puede darnos a comer su carne?" Jesús les respondió: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tendran Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida Eterna, y Yo lo resusitaré en el último día.
Porque Mi Carne es la verdadera comida y Mi Sangre la verdadera bebida. El que come Mi Carne y bebe Mi Sangre permanece en Mí y yo en él.
Así como yo,que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por Mí.
Así como yo, he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por Mí.
Este es el Pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este Pan vivirá eternamente".
Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún. San Juan 6, 51-59
Reflexión:
La Eucaristía es presencia permanente y alimento. Pan vivo que da la vida al hombre, la vida de Dios. Vida sobrenatural que transforma, que lleva en sí el germen de la Vida Eterna. Quien tiene esta vida yano muere ni tiene sed, porque es como un agua que salta hasta la Vida Eterna. La Eucaristía es el centro de la vida cristiana porque en ella se encuentra Cristo. Quien come su Cuerpo y Bebe su Sangre habita en El, se hace una sola cosa con Cristo.
Propósito:
En La Misa de hoy suplicaré a San Roque, patrono de los enfermos, por mis familiares y conocidos que carecen de salud fisica y espiritual.
Oracion
Oh glorioso San Roque, que por vuestro ardiente amor a Jesús habéis abandonado riquezas y honores y buscasteis la humillación, enseñadme a ser humilde ante Dios y los hombres. Alcanzadme la gracia de apreciar en su debido valor las riquezas y los honores de la vida para que no sean para mi lazos de eterna perdición.
Os lo pido humildemente, oh glorioso San Roque, para que seamos dignos de seguiros en el camino que lleva a la salvación eterna.
Libradme de toda enfermedad corporal. Alcanzadme el favor que os pido si es para honra vuestra, gloria de Dios y salvación de mi alma. Amén.