En este momento te invito a reflexionar 5 minutos, meditando con mucha calma en lo que Dios quiere de Mí y de Tí, este momento pleno de adoracion al Señor es un premio para tú alma, y mi alma, Jesús nos espera siempre en el Santísimo, porque nos ama tanto, demosle un poquito de amor nuestro ahora, sumergete en su amor inagotable y recíbelo en tu corazón, que puedes perder, 5 minutos,y ganaras mucho mas, La Paz, El Amor y La Misericordia de Jesús; Escucha y Ora Conmigo..
ALMA DE CRISTO
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén
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A JESUCRISTO
Dulcísimo Señor Jesucristo, te ruego que tu Pasión sea virtud que me fortalezca, proteja y defienda; que tus llagas sean comida y bebida que me alimente, calme mi sed y me conforte; que la aspersión de tu sangre lave todos mis delitos; que tu muerte me dé la vida eterna y tu cruz sea mi gloria sempiterna. Que en esto encuentre el alimento, la alegría, la salud y la dulzura de mi corazón. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
GRACIAS SEÑOR, POR LA EUCARISTÍA...
Gracias Señor, porque en la última cena partiste tu pan y vino en infinitos trozos, para saciar nuestra hambre y nuestra sed...
Gracias Señor, porque en el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.
Gracias Señor, porque nos amastes hasta el final, hasta el extremo que se puede amar: morir por otro, dar la vida por otro.
Gracias Señor, porque quisistes celebrar tu entrega, en torno a una mesa con tus amigos, para que fuesen una comunidad de amor.
Gracias Señor, porque en la eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes a tu vida, en la medida en que estamos dispuestos a entregar la nuestra...
Gracias, Señor, porque todo el día puede ser una preparación para celebrar y compartir la eucaristía...
Gracias, Señor, porque todos los días puedo volver a empezar..., y continuar mi camino de fraternidad con mis hermanos, y mi camino de transformación en ti...
1. Aunque no conocemos quién fue el autor de esta tan frecuentada oración, sabemos que San Ignacio de Loyola (1491-1556) recurría mucho a ella y la recomendaba constantemente en sus Ejercicios Espirituales. A él debemos su gran difusión. Para una meditación de esta oración,
léase "Rezo meditado del "Alma de Cristo" de Monseñor Antonio Montero
2. La Iglesia recomienda rezar esta oración delante de un crucifijo.
Devocionario Católico -
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