JMS "Durante estos tres dias y tres noches de tinieblas, podran ser encendidas solo las velas bendecidas el dia de la Candelaria 2 de Febrero y daran luz sin consumirse" mensaje de Nuestro Señor Jesucristo dirigido al Padre Pio 1959
Para el año 542 durante la administración de Justiniano la fiesta ya se celebraba el 2 de febrero.
La iglesia Católica retoma algunos aspectos de esta fiesta y los aplica al cristianismo, así si esas fiestas terminaban en desenfreno y muerte, la de la purificación concluye con el reconocimiento de Cristo como la luz del mundo.
Se han sustituido las antorchas por las velas y las ofrendas ya no son animales sino la vida de los hijos que se presentan ante “La Candelaria”
La fiesta de La Virgen de Candelaria se celebra, según el calendario litúrgico o santoral católico, el 2 de febrero en recuerdo al pasaje bíblico de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén (Lc 2;22-39) y la purificación de la Virgen María después del parto, para cumplir la prescripción de la Ley del Antiguo Testamento (Lev 12;1-8).
La fiesta es conocida y celebrada con diversos nombres: la Presentación del Señor, la Purificación de María, la fiesta de la Luz y la fiesta de las Candelas; todos estos nombres expresan el significado de la fiesta. Cristo la Luz del mundo presentada por su Madre en el Templo viene a iluminar a todos como la vela o las candelas, de donde se deriva el nombre de "Candelaria". Tras la aparición de la virgen en Canarias, y a su identificación iconográfica con este acontecimiento bíblico, la fiesta empezó a celebrare con un carácter mariano en el año 1497, cuando el conquistador de Tenerife, Alonso Fernández de Lugo celebró la primera Fiesta de Las Candelas (ya como Virgen María de La Candelaria), coincidiendo con la Fiesta de la Purificación.
En Guatemala La Virgen de Candelaria es celebrada en múltiples rincones del país pero cobra especial devoción en la ciudad capital en La Iglesia que desde el valle de Panchoy en La Antigua Guatemala se erigiera en su honor y lleva su nombre.
Oremos Juntos