miércoles, 12 de enero de 2011

“Nos has creado, Señor, para ti y nuestro corazón no halla sosiego hasta que descansa en ti”. San Agustin


JMS Entrar en La Presencia de Dios
San Agustín encontró a Dios y durante toda su vida lo experimentó hasta el punto de que esta realidad —que es ante todo el encuentro con una Persona, Jesús— cambió su vida, como cambia la de cuantos, hombres y mujeres, en cualquier tiempo, tienen la gracia de encontrarse con él. Pidamos al Señor que nos dé esta gracia y nos haga encontrar así su paz.

San Agustin nos enseña que la clave para el encuentro con Dios es reconocer el deseo de encontrarse con Dios desde el alma, y despertar ese deseo, alimentarlo y hacerlo crecer hasta que se haga mas fuerte que cualquier otra necesidad: "Enamorate de Dios, arde por El, anhela a Aquel que supera todos los goces!"
Cuando la espiritualidad no tiene vida hay que buscar despertar ese deseo de Dios, nace el deseo y se abre la puerta. Para entrar en la presencia de Dios lo mejor es comenzar con una suplica a Dios, insistente y cotidiana, donde le pidamos que El con Su Gracia, despierte nuestro deseo, reavive nuestro corazon, esta suplica ira abriendo un camino para crecer en el encuentro con El.

Meditacion
Señor, soy obra Tuya. Yo se que desde toda la eternidad me imaginaste asi como soy, con este cuerpo, y esta forma de ser, porque si te gustó. Y si mi mente esta llena de esquemas negativos, para Ti, en cambio, no hay prejuicios, no hay acepcion de personas, no hay seres humanos que te provoquen rechazo o disgusto.
Mi Dios
Por eso yo se que te agrada cada detalle que creaste en mi, mis manos, mis ojos, mi voz..
Porque tus obras solo pueden ser bellas, aunque nadie mas que tu pueda valorar es hermosura.
Y desde toda la eternidad, supiste que yo soy importante en el universo, Me creaste porque sabias que yo hacia falta aqui donde estoy, aunque solo tu sepas porque.
Quiero dejarme mirar con Tus ojos de Amor, quiero reconocer tu Mirada de ternura, y descubrir que aunque los demas miren mis defectos, Tu Mirada solo me contempla amandome.
Soy obra de Tus Manos, y por eso es imposible que me olvides. Tu Palabra me dice: Eres precioso para mis ojos, y yo te amo. -Isaias 43, 15-
Pero lo que mas te agrada es mi corazon, lo que mas te atrae, es mi amistad.
A veces me siento tan fragil, tan inseguro, veo que no hay nada firme en esta vida.
Pero Tu Palabra me dice: No tengas miedo. Yo Soy Tu Salvador". Isaias 41, 14-
Eres mi roca, eres mi seguridad, un poder infinito que me defiende y que esta a mi favor, solo si yo me confío, me entrego a Ti y a Tu proyecto.
Contigo todo estara bien confiar en Ti es mi mayor poder "Fuerza mia para ti cantaré. Porque Dios es mi proteccion, el Dios de mi amor: Salmo 59
Dame tu luz , Señor, para que vuelva a descubrirte.
Que tu gracia despierte una vez mas la dulce alegria de tu amistad.
Quiero caminar sumergido en tu amor, sostenido en tu gracia.
Mi corazon es pobre y se cierra, pero yo se que tu amor poderoso puede derribar los muros de mi indiferencia, y poco a poco lo lograras, Dios mio.
Tu Amor triunfará.

Reflexion
La búsqueda de Dios por la vía de la interioridad. La interioridad agustiniana es el Espíritu en el corazón: “no quieras ir afuera, entra en ti mismo; en el hombre interior mora la verdad, y, cuando vieres que tu naturaleza es mudable, trasciéndete a ti mismo”. (La verdadera religión 72) San Agustin
El gran tesoro del don de Dios está encerrado en frágiles vasijas de barro (cf. 2Co 4, 7)Atendiendo a algunas dificultades particulares, no se debe olvidar que la historia de la Iglesia está guiada por Dios y que todo sirve para el bien de los que lo aman (cf. Rm 8, 28). En esta visión de fe, aun lo negativo puede ser ocasión para un nuevo comienzo, si en él se reconoce el rostro de Cristo, crucificado y abandonado, que se hizo solidario con nuestras limitaciones y, cargado con nuestros pecados, subió al leño de la cruz (cf. 1P 2, 24) La gracia de Dios se realiza plenamente en la debilidad (cf. 2 Co 12, 9).
El diario camino de la vida fraterna en comunidad pide una participación que permite el ejercicio del diálogo y del discernimiento. Cada uno y toda la comunidad pueden, así, comparar la propia vida con el proyecto de Dios, haciendo juntos su voluntad.Debemos dejar que el Espíritu abra abundantemente las fuentes de agua viva que brotan de Cristo. Es el Espíritu quien nos hace reconocer en Jesús de Nazaret al Señor (cf. 1Co 12, 3), el que hace oir la llamada a su seguimiento y nos identifica con él: «el que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo» (Rm 8, 9). Él es quien, haciéndonos hijos en el Hijo, da testimonio de la paternidad de Dios, nos hace conscientes de nuestra filiación y nos da el valor de llamarlo «Abba, Padre» (Rm 8, 15). Él es quien infunde el amor y engendra la comunión.
El Espíritu Santo es el alma y el animador de la espiritualidad cristiana, por esto es preciso confiarse a su acción que parte del íntimo de los corazones, se manifiesta en la comunión y se amplía en la misión.

Caminar desde Cristo significa reencontrar el primer amor, el destello inspirador con que se comenzó el seguimiento. Suya es la primacía del amor. El seguimiento es sólo la respuesta de amor al amor de Dios. Si «nosotros amamos» es «porque Él nos ha amado primero» (1Jn 4, 10.19). Eso significa reconocer su amor personal con aquel íntimo conocimiento que hacía decir al apóstol Pablo: «Cristo me ha amado y ha dado su vida por mí» (Ga 2, 20).

Fuentes obtenidas para la divulgacion del Evangelio, con el fin de hacer conocer la Palabra de Dios y la manera de llegar a El:

Coleccion Ser Feliz: Autor Victor Manuel Fernandez

Pensamientos de San Agustin. Orden de San Agustin