lunes, 12 de octubre de 2009

Señor, que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza.


JMS Evangelio del dia 12 de Octubre y Devoción Nuestra Señora del Pilar
Solemnidad de la Virgen del Pilar en España

Evangelio

En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles: “La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.

Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.

Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás”.

Lucas (11, 29-32)

Reflexión;

La tristeza y el enojo que sentiría un padre que ve que a su hijo lo busquen solo porque da de comer,mientras que sus vecinos lo aprecian por ser quien es, puede servirnos para comprender en parte la sensación de Jesús ante el descreimiento y provocación de los hijos de Israel, contrapuestos a la antugua reina que buscó a Salomón y de los ninivitas(paganos) que creyeron a Jonás. Y Jesús es infinitamente mas que Salomón y Jonás. ¿Con que actitud buscamos a Jesús?

Propósito:
Trataré de conversar con algún familiar con quien no hablo hace tiempo.

Hagámosle caso al Señor, que nos dice: “No endurezcan su corazón”.

Aleluya.

Historia de la Virgen del Pilar


La tradición, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles, fortalecidos con el Espíritu Santo, predicaban el Evangelio. Se dice que, por entonces (año 40 después de Cristo), el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, predicaba en España. Aquellas tierras no habían recibido el evangelio, por lo que se encontraban atadas al paganismo. Santiago obtuvo la bendición de la Santísima Virgen para su misión.

Juan y Santiago, hijos del Zebedeo, pescadores de Galilea que sigueron a Jesús hasta transformarse en Sus Apóstoles. Después del Pentecostés, llenos del Espíritu Santo, los doce Apóstoles salieron a evangelizar el mundo. Santiago tuvo la inspiración de elegír la peninsula Ibérica como destino, cambiando a partir de allí la historia de España y de la América toda, muchos siglos más tarde.

Los documentos dicen textualmente que Santiago, "pasando por Asturias, llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún descanso".

María se aparece a Santiago

En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie, y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio".

Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y, con el concurso de los conversos, la obra se puso en marcha con rapidez. Pero antes que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima.

La Virgen no demoró su misión ni un minuto. Cuando aún estaba en esta tierra, antes de su Asunción, nos mostró con su aparición en España cual iba a ser su misión a lo largo de los siglos. Mucho tiempo después, fue San Luis Grignon de Monfort quien nos enseñó el alcance verdadero de la misión de María en el Plan de Dios.


Un documento del siglo IX cuenta así la aparición de la Virgen del Pilar

“Después de la Pasión y resurrección del salvador y de su ascensión al Cielo, la Virgen María quedó encomendada al apóstol San Juan. De ella recibieron los apóstoles el impulso para salir a anunciar el evangelio en todo el mundo. El apóstol Santiago, hermano de Juan e Hijo de Zebedeo, movido por el Espíritu Santo se dirigió a las provincias de España. Antes de partir besó las manos de la Virgen y pidió su bendición.

Ella lo despidió con estas palabras: “Ve, hijo, cumple el mandato del Maestro y por El te ruego que en aquella ciudad de España en que mayor número de hombres conviertas a la fe, edifiques una Iglesia en mi memoria, como yo te lo mostraré”. Saliendo de Jerusalén, Santiago llegó a España y pasando por Asturias llegó a la ciudad de Oviedo, donde sólo pudo bautizar a un hombre. Luego, entrando por Galicia, predicó en la ciudad de Padrón. De allí volviendo por Castilla se dirigió a Aragón, donde se encuentra Zaragoza, a orillas del Ebro. En esta ciudad, luego de predicar muchos días, bautizó a ocho varones con quienes conversaba durante el día del reino de Dios.

Por la noche, solo y descorazonado, se encamina por la ribera del río para descansar y orar en silencio. Durante la oración, una de esas noches oyó voces de ángeles que cantaban: “Ave María llena de gracia... al oírlos se postró de rodillas y vio sobre un pilar de mármol a la Virgen que le decía: He aquí, Santiago, el lugar donde edificarás un templo en mi memoria. Mira bien este pilar en que estoy, al que mi Hijo y Maestro tuyo trajo de lo alto por mano de los ángeles. Alrededor de él harás el altar de la capilla, en este lugar obrará la virtud del altísimo portentos y maravillas por mi intersección por aquellos que, en sus necesidades imploren mi patrocinio. Este pilar permanecerá en este sitio hasta el fin del mundo y nunca faltarán en esta ciudad verdaderos cristianos. Confortado por esta presencia de María, edificó un templo. Es la primera iglesia del mundo dedicada a la Virgen”.

Las palabras de este escrito que recogen una tradición oral, quedan respaldadas por la experiencia, ya que nunca faltaron en Zaragoza verdaderos cristianos, y son el documento más antiguo de esta arraigada tradición española.

La devoción a la Virgen del Pilar

Muchos historiadores e investigadores defienden esta tradición y aducen que hay una serie de monumentos y testimonios que demuestran la existencia de una iglesia dedicada a la Virgen de Zaragoza. El más antiguo de estos testimonios es el famoso sarcófago de Santa Engracia, que se conserva en Zaragoza desde el siglo IV, cuando la santa fue martirizada. El sarcófago representa, en un bajo relieve, el descenso de la Virgen de los cielos para aparecerse al Apóstol Santiago.

Asimismo, hacia el año 835, un monje de San Germán de París, llamado Almoino, redactó unos escritos en los que habla de la Iglesia de la Virgen María de Zaragoza, "donde había servido en el siglo III el gran mártir San Vicente", cuyos restos fueron depositados por el obispo de Zaragoza, en la iglesia de la Virgen María. También está atestiguado que antes de la ocupación musulmana de Zaragoza (714) había allí un templo dedicado a la Virgen.

La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como "una antigua y piadosa creencia".

La Virgen del Pilar protectora de España

Un sacerdote español amigo nos envía estas relaciones de las fechas que marcan a la Virgen del Pilar como protectora de España y de la evangelización de América. Estas son sus palabras:

La visita de la Santísimma Virgen en carne mortal a Santiago en Zaragoza se produce el 12 de octubre del año 40, dejando de testigo para siempre el Pilar firme de su presencia y protección. En la primavera del año 711 Invaden la Península Ibérica unos miles de moriscos del Norte de Africa y de religión musulmana. Comienza en Asturias la Reconquista con Don Pelayo en el año 718 en las montañas de Covadonga, hoy sede de la Santina, o Virgen de Covadonga y avanzando hacia el sur poco a poco... van a pasar OCHO SIGLOS DE PREPARACIÓN...hasta el AÑO CLAVE de 1492 . Luego San Fernando III el Santo de Castilla y León (de quien se dice vio a Santiago Apóstol sobre un caballo animando a los cristianos) conquista Córdoba en el año de 1236 y Sevilla en el 1248. Al casarse Don Fernando de Aragón con Doña Isabel de Castilla, luego llamados "Reyes Católicos", reciben la capitulación del último rey moro Boabdil de Granada... el 2 de Enero del dicho año 1492. Se completa así la unidad de España después de casi ocho siglos de lucha y preparación por la fe cristiana. También ese mismo año, el 17 de abril firma Colón ante los Reyes, las Capitulaciones de Santa Fe. Preparan la expedición y parten de Palos (Huelva) el 3 de agosto para finalmente descubrir tierra Americana en isla del Salvador, el preciso día 12 de octubre fiesta de la Virgen del Pilar, el mismo año de 1492.



El lugar más sagrado del templo es la santa columna sobre la cual se apareció la Virgen. El pilar es de jaspe, mide casi 2 metros y la pequeña estatua es de madera y tiene 38 cm.
Oración
Oh Virgen del Pilar, Reina y Madre, España y todas las naciones hispanas reconocen con gratitud tu protección constante y esperan seguir contando con ella.
Obténnos de tu Hijo fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor.
Queremos que en todos los instantes de nuestra vida sintamos que tu eres nuestra Madre.

Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.