sábado, 10 de octubre de 2009

Amanece la luz para el justo y la alegría para los rectos de corazón. Alégrense, justos, con el Señor y bendigan su santo nombre.


JMS Evangelio del dia 10 de Octubre y Meditacion
Evangelio
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: “¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!” Pero Jesús le respondió: “Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”.
Lucas (11, 27-28)

Oremos:

Fortalece, Dios misericordioso, nuestra debilidad, para que todos los que ahora recordamos con veneración a la santa Madre de Dios, podamos, por su intercesión y ayuda, levantarnos de nuestros pecados.
Amén

Meditacion

Jesús se acordaría en aquellos momentos de su Madre y le llegaría muy dentro del Corazón la alabanza de la mujer desconocida. El Señor la debió de mirar complacido y con agradecimiento. “Emocionada en lo más profundo del corazón ante las enseñanzas de Jesús, ante su figura amable, aquella mujer no puede contener su admiración. En sus palabras reconocemos una muestra genuina de la religiosidad popular siempre viva entre los cristianos a lo largo de la historia”. Aquel día comenzó a cumplirse el Magnificat: ...me llamarán bienaventurada todas las generaciones. Una mujer, con la frescura del pueblo, había comenzado lo que no terminará hasta el fin de los tiempos.

A Jesús le llegan muy gratamente los elogios a María. Por eso nos dirigimos muchas veces a Ella con tantas jaculatorias y devociones, con el rezo del Santo Rosario. “Del mismo modo que aquella mujer del Evangelio –señalaba el Papa Juan Pablo II– lanzó un grito de bienaventuranza y de admiración hacia Jesús y su Madre, así también vosotros, en vuestro afecto y en vuestra devoción, soléis unir siempre a María con Jesús. Comprendéis que la Virgen María nos conduce a su divino Hijo, y que Él escucha siempre las súplicas que se le dirigen a su Madre”. La Virgen es la senda más corta para llegar a Cristo y, por Él, a la Trinidad Beatísima. Honrando a María, siendo de verdad hijos suyos, imitaremos a Cristo y seremos semejantes a Él. “Porque María, habiendo entrado íntimamente en la Historia de la Salvación, une en sí y, en cierta manera, refleja las más grandes exigencias de la fe; mientras es predicada y honrada atrae a los creyentes hacia su Hijo y su sacrificio, y hacia el amor del Padre”.

Te Alabamos y te damos gracias Señor Jesús. Tú, hoy, confirmas la albanza mas importante de tu Madre y Nuestra Madre. ¡Feliz el que escucha la Palabra y La Pone en práctica!
Queremos ser como María, tu primera discipula. Ella es la que nosotros estamos llamados a ser. Queremos ser discípulos y misioneros que escuchan, meditan, contemplan tu Palabra. Discípulos que hacen "vida" tu Palabra. Hombres y mujeres de fe. Santa Faustina Kowalska dijo: "Ninguna hora se parece a la otra, pues la tristeza y la monotonía desaparecen cuando miro todo con los ojos de la fe", María, modelo de la fe, ruega por nosotros.

Proposito del dia;
Dedicaré un tiempo en el dia para rezar especialmente por cada uno de los integrantes de mi familia.

SUPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN

Dame tus ojos, Madre, para saber mirar; si miro con tus ojos jamás podré pecar.

Dame tus labios, Madre para poder rezar, si rezo con tus labios Jesús me escuchara.

Dame tu lengua, Madre, para ir a comulgar, es tu lengua, paterna de gracia y santidad.

Dame tus labios, Madre, que quiero trabajar, entonces mi trabajo valdrá una eternidad.

Dame tu manto, Madre, que cubra mi maldad, cubriendo con tu manto al cielo he de llegar.

Dame tu cielo, Oh Madre, para poder gozar, ¿si tu me das Cielo, que mas puedo anhelar?.

Dame Jesús, Oh Madre, para poder amar, esta será mi dicha por una eternidad.




http://espaciodefe.files.wordpress.com/2009/09/virgen_maria_002.jpg