domingo, 12 de diciembre de 2010

“Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas... mira cuán grande es la mies, e intercede junto al Señor para que infunda hambre de santidad en todo el

... Pueblo de Dios...”
JMS Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.

Hoy fiesta de La Virgen de Guadalupe en Mexico meditamos con el Evangelio segun San Lucas
san Lucas 1, 39-48

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó:
"¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María:
"Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de Júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava".
Palabra del Señor.

(Nota; este evangelio no corresponde al evangelio del dia)
Aqui Evangelio del dia 12 de diciembre de 2010

del salmo 33

Bendigo al Señor en todo momento.

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor, que los humildes lo escuchen y se alegren.
Bendigo al Señor en todo momento.

Proclamen conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos, juntos su nombre. Yo consulté al Señor y me respondió, me libró de todas mis ansias.
Bendigo al Señor en todo momento.

Contémplenlo y quedarán radiantes, su rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias.
Bendigo al Señor en todo momento.

El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege. Gusten y vean qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él.
Bendigo al Señor en todo momento.

Todos sus santos teman al Señor, porque nada les falta a los que lo temen; los ricos empobrecen y pasan hambre, los que buscan al Señor no carecen de nada.
Bendigo al Señor en todo momento.

Meditacion

La devoción a la Virgen de Guadalupe en México tiene su origen en los comienzos de su evangelización, cuando los creyentes eran aún muy pocos. Nuestra Señora se apareció en aquellos primeros años a un indio campesino, Juan Diego, y lo envió al Obispo del lugar para manifestarle el deseo de tener un templo dedicado a Ella en una colina próxima, llamada Tepeyac.
Le dijo la Virgen en la primera aparición: “en este santuario le daré a las gentes todo mi amor personal, mi mirada compasiva, mi auxilio, mi salvación: porque Yo, en verdad, soy vuestra Madre compasiva, tuya y de todos los hombres... Allí les escucharé su llanto, su tristeza, para remediar, para curar todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores”.

El Obispo del lugar, antes de acceder a esta petición, pidió una señal. Y Juan Diego, por encargo de la Señora de los Cielos, fue a cortar un ramo de rosas, en el mes de diciembre, sobre la árida colina, a más de dos mil metros de altura. Habiendo encontrado, con la consiguiente sorpresa, las rosas, las llevó al Obispo. Juan Diego extendió su blanca tilma, en cuyo hueco había colocado las flores. Y cuando cayeron en el suelo “apareció de repente la Amada Imagen de la Virgen Santa María, Madre de Dios, en la forma y figura que ahora se encuentra”. Esa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe quedó impresa en la rústica tilma del indio, tejida con fibras vegetales.

Representa a la Virgen como una joven mujer de rostro moreno, rodeada por una luz radiante.

María dijo a Juan Diego, y lo repite a todos los cristianos: “¿No estoy Yo aquí, que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No estás por ventura en mi regazo?”. ¿Por qué hemos de temer, si Ella es Madre de Jesús y Madre de los hombres?

Con la aparición de María en el cerro del Tepeyac comenzó en todo el antiguo territorio azteca un movimiento excepcional de conversiones, que se extendió a toda América Centro-Meridional y llegó hasta el lejano archipiélago de Filipinas. “La Virgen de Guadalupe sigue siendo aún hoy el gran signo de la cercanía de Cristo, al invitar a todos los hombres a entrar en comunión con Él, para tener acceso al Padre. Al mismo tiempo, María es la voz que invita a los hombres a la comunión entre ellos....

Hoy pedimos a Nuestra Señora la Virgen de Guadalupe que se muestre como Madre compasiva con nosotros, que nos haga anunciadores del Evangelio, que sepamos comprender a todos, participando de sus gozos y esperanzas, de todo lo que inquieta su vida, para que, siendo muy humanos, podamos elevar a nuestros amigos al plano sobrenatural de la fe. “¡Reina de los Apóstoles! Acepta nuestra prontitud para servir sin reserva a la causa de tu Hijo, la causa del Evangelio y la causa de la paz, basada sobre la justicia y el amor entre los hombres y entre los pueblos”.


Oración a la Virgen de Guadalupe

Préstame Madre tus ojos, para con ellos poder mirar, porque si con ellos miro, nunca volveré a pecar.
Préstame Madre tus labios, para con ellos rezar, porque si con ellos rezo, Jesús me podrá escuchar.
Préstame Madre tu lengua, para poder comulgar,
pues es tu lengua patena de amor y santidad.
Préstame Madre tus brazos, para poder trabajar, que así rendirá el trabajo una y mil veces más.
Préstame Madre tu manto, para cubrir mi maldad, pues cubierta con tu manto al Cielo he de llegar.
Préstame Madre a tu Hijo, para poder yo amar.
Si tu me das a Jesús, qué más puedo yo desear
y ésta será mi dicha por toda la eternidad.
Amén.


Sitio oficial de La Virgen de Guadalupe

Milagro sobre una imagen de la Guadalupana en Cochabamba, Bolivia