domingo, 15 de enero de 2012

Señor todopoderoso te pedimos que todos los cristianos encontremos en Jesús el vínculo de unión y amor, que nos haga más hermanos,

Imagen del sitio www.corazones.org
JMS"El cristiano es un hombre abierto a la paz y su presencia debe dar serenidad y alegría, en donde quiera que esté" . La presencia de Cristo en nuestras vidas es, en toda circunstancia, la fuente de una paz serena e inalterable: Soy yo, no temáis, nos dice.Las enseñanzas del Señor constituyen la buena nueva de la paz."Tened confianza, Yo he vencido al mundo"

Ser dócil es saber descubrir la Voluntad de Dios en nuestra vida diaria.

La vida de oracion nos llevara a conversar continuamente con Dios Uno y Trino, de la mano del Espiritu Santo: debemos luchar por ser piadosos; el alma sin oracion es como un pajaro enjaulado, porque solo ella nos lleva a volar libremente al encuentro del Amor de Dios.
Otra fuerza presente para cambiar el interior del hombre es el Espiritu de Dios. El aceptar o cerrarse a las mociones el espiritu nos citua dentro o fuera de la misma salvacion.
Para poder discernir lo que viene del espiritu son fundamentales las dispocisiones del corazon.

En el credo que rezamos decimos:"Creo en el Espiritu Santo, Señor y Dador de Vida, que procede del Padre y del Hijo, y que con el padre y El Hijo recibe una misma adoracion y gloria y que habló por los profetas. Se dice "Señor", porque librandonos de la esclavitud del pecado se hace dueño de nuestras almas. "Dador de vida", porque asi como el alma da la vida al cuerpo, la gracia da la vida al alma. De esta manera el Espiritu Santo nos da la libertad de los hijos de Dios.
Por eso debemos aprender a tratar con El Espiritu Santo, aprender a encomendarnos a él ya que sin él somos incapaces de hacer siquiera un acto de amor, no podriamos pronunciar una oracion, pues nadie puede confesar que Jesus es el Señor si no es iluminado por el Espiritu Santo.

Para lograr tener esa familiaridad con El Espiritu Santo tenemos que tener docilidad, vida de oracion y union con la Cruz.

Ser docil es saber descubrir la Voluntad de Dios, en la vida cotidiana, en las palabras de quienes nos rodean, especialmente de aquellos que Dios ha puesto a nuestro lado para ayudarnos en nuestro camino y encuentro con Dios.
La vida de oracion nos llevara a converar con Dios, por eso debemos luchar por ser piadosos y no conformarnos con un ratito de oracion, tratar de cada dia aumentar nuestra oracion porque de esa manera y con una total entrega a Dios podemos escuchar y descernir sus palabras.
Debemos saber descubrir la Cruz porque es redentora, en el trato con los demas, en el trabajo, en la enfermedad. Cuando hay trato con el Espiritu Santo, Él nos ayuda a romper con las esclavitudes.

La Paz

La paz del cristiano, tan necesaria para el apostolado y para la convivencia, es orden interior, conocimiento de las propias miserias y virtudes, respeto a los demás y una plena confianza en el Señor, que nunca nos deja. Es consecuencia de la humildad, de la filiación divina y de la lucha contra las propias pasiones, siempre dispuestas al desorden.

Se pierde la paz por el pecado, y por la soberbia y la falta de sinceridad con uno mismo y con Dios. También se pierde la paz por la impaciencia: cuando no se sabe ver la mano de Dios providente en las dificultades y contrariedades.

La confesión sincera de nuestros pecados es uno de los principales medios puestos por Dios para recuperar la paz perdida por el pecado o por la falta de correspondencia a la gracia. “Paz con Dios, efecto de la justificación y alejamiento del pecado; la paz con el prójimo, fruto de la caridad difundida por el Espíritu Santo; y la paz con nosotros mismos, la paz de la conciencia, proveniente de la victoria sobre las pasiones y sobre el mal”.
Recuperar la paz, si la hubiésemos perdido, es una de las mejores muestras de caridad para quienes están a nuestro alrededor. Somos bienaventurados cuando sabemos llevar la paz a quienes están afligidos, cuando servimos como instrumentos de unión en la familia, entre nuestros compañeros de trabajo, con todas las personas en medio de los sucesos de la vida de cada día.
Para poder realizar este cometido importantísimo hemos de ser humildes y afables, pues la soberbia solo ocasiona disensiones.

El hombre que tiene paz en su corazón la sabe comunicar casi sin proponérselo, y en él buscan apoyo y serenidad los demás: es una gran ayuda en el apostolado. Los cristianos hemos de difundir la paz interior de nuestro corazón allí donde nos encontremos.“Cuando el hombre olvida su destino eterno y el horizonte de su vida se limita a la existencia terrena, se contenta con una paz ficticia, con una tranquilidad solo exterior a la que pide la salvaguardia del máximo bienestar material que puede alcanzarse con el mínimo esfuerzo. De este modo construye una paz imperfecta e inestable, pues no está radicada en la dignidad de la persona humana, hecha a imagen y semejanza de Dios y llamada a la filiación divina. Vosotros jamás tenéis que contentaros con estos sucedáneos de paz; sería un grave error, cuyo fruto produciría la más amarga de las desilusiones. : La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da os la doy yo” (Jn 14, 27).La presencia de Cristo en nuestras vidas es, en toda circunstancia, la fuente de una paz serena e inalterable: Soy yo, no temáis, nos dice.Las enseñanzas del Señor constituyen la buena nueva de la paz.

Santa María, Reina de la paz, nos ayudará a tener paz en nuestros corazones, a recuperarla si la hubiéramos perdido, y a comunicarla a quienes nos rodean. Como ya se acerca la festividad de la Inmaculada, nos esforzaremos por acudir a Ella durante todo el día, teniéndola más presente en nuestro trabajo y ofreciéndole alguna muestra especial de cariño.
Dijo la Virgen Maria:"...A Medjugorje he venido a traer la palabra paz y quiero que el Papa la lleve a todo el mundo. Queridos hijos, la paz no es posible sin la oración. La paz espiritual no se alcanza con métodos humanos; ninguna técnica nos da la paz, ninguna forma de concentración, sino sólo Jesucristo cuando nos encontramos con Él.

Viernes 21 de OCTUBRE de 1983. "Lo más importante es rezar al Espíritu Santo para que descienda sobre vosotros. Cuando uno lo posee, lo tiene todo. Las personas cometen un error al invocar a los santos solamente, cuando piden algo".

OCTUBRE DE 1984. "Lo más importante en la vida espiritual es el pedir el don del Espíritu Santo. Cuando el Espíritu Santo viene, entonces la paz se establece. Cuando esto ocurre, todo cambia alrededor de vosotros".

Oracion del Cardenal Mercier
¡Oh, Espíritu Santo, alma de mi alma, te adoro! Ilumíname, guíame, fortaléceme, consuélame; dime qué debo hacer, dame tus órdenes; te prometo someterme a todo lo que desees de mí y aceptar todo lo que permitas que me suceda; hazme tan solo conocer tu voluntad.


Cada dia comienza diciendo"Ven Espiritu Santo, Ven pòr medio de la poderosa intercesion del Corazon Inmaculado de Maria tu Amadisima Esposa"

Oracion por la union de los cristianos

Padre lleno de bondad, te damos gracias por amarnos tanto hasta darnos a Jesús, tu primogénito; por Él, venimos ante ti a rogarte que en este año Santo nos impulses por medio de tu Espíritu a vivir el valor de la unidad, como verdaderos hijos tuyos. Señor todopoderoso te pedimos que todos los cristianos encontremos en Jesús el vínculo de unión y amor, que nos haga más hermanos, olvidando las diferencias y así reine la paz y el perdón en toda la humanidad. Que todos seamos uno, como Tú y Cristo son uno. Amén.


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