martes, 24 de enero de 2012

Dulce Reina de la Paz, tu sonrisa nos consuela, tu mensaje, oh María, el amor de Dios revela...


JMS Señor Jesus, Palabra eterna del Padre, Danos un corazon puro para contemplar el misterio de Tu Encarnacion y el Don de Tu Amor en la Eucaristia.
Haz que, fieles a las promesas de nuestro Bautismo, vivamos con perseverante coherencia nuestra fe; enciende en nosotros el fuego del Amor, que nos hace una sola cosa contigo y con los hermanos; envuelvenos en la luz de Tu Gracia; concedenos la abundancia de Tu Vida inmolada por nosotros. A Ti redentor nuestro, al Padre rico de Bondad y misericordia, y al Espiritu Santo, sello del infinito amor, todo honor y toda gloria. Por los siglos de los siglos... Padre Nuestro... Ave Maria, Gloria al Padre al hijo y al Espiritu Santo...
24 de Enero reina de la Paz

Oracion

¡María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina de la Paz! Tú viniste a nosotros para llevarnos a Dios. Alcánzanos la gracia de no sólo decir: ¡Hágase en mí según Tu voluntad!, sino vivirla tal como Tú lo hiciste. Ponemos en Tus manos nuestras manos, a fin de que puedas conducirnos a Jesús en medio de todas las aflicciones y pesares. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén. Rezar el Credo, 7 Padrenuestros, 7 Avemarías y 7 Glorias...

Bajo Tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestra necesidad, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita.

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domingo, 15 de enero de 2012

Señor todopoderoso te pedimos que todos los cristianos encontremos en Jesús el vínculo de unión y amor, que nos haga más hermanos,

Imagen del sitio www.corazones.org
JMS"El cristiano es un hombre abierto a la paz y su presencia debe dar serenidad y alegría, en donde quiera que esté" . La presencia de Cristo en nuestras vidas es, en toda circunstancia, la fuente de una paz serena e inalterable: Soy yo, no temáis, nos dice.Las enseñanzas del Señor constituyen la buena nueva de la paz."Tened confianza, Yo he vencido al mundo"

Ser dócil es saber descubrir la Voluntad de Dios en nuestra vida diaria.

La vida de oracion nos llevara a conversar continuamente con Dios Uno y Trino, de la mano del Espiritu Santo: debemos luchar por ser piadosos; el alma sin oracion es como un pajaro enjaulado, porque solo ella nos lleva a volar libremente al encuentro del Amor de Dios.
Otra fuerza presente para cambiar el interior del hombre es el Espiritu de Dios. El aceptar o cerrarse a las mociones el espiritu nos citua dentro o fuera de la misma salvacion.
Para poder discernir lo que viene del espiritu son fundamentales las dispocisiones del corazon.

En el credo que rezamos decimos:"Creo en el Espiritu Santo, Señor y Dador de Vida, que procede del Padre y del Hijo, y que con el padre y El Hijo recibe una misma adoracion y gloria y que habló por los profetas. Se dice "Señor", porque librandonos de la esclavitud del pecado se hace dueño de nuestras almas. "Dador de vida", porque asi como el alma da la vida al cuerpo, la gracia da la vida al alma. De esta manera el Espiritu Santo nos da la libertad de los hijos de Dios.
Por eso debemos aprender a tratar con El Espiritu Santo, aprender a encomendarnos a él ya que sin él somos incapaces de hacer siquiera un acto de amor, no podriamos pronunciar una oracion, pues nadie puede confesar que Jesus es el Señor si no es iluminado por el Espiritu Santo.

Para lograr tener esa familiaridad con El Espiritu Santo tenemos que tener docilidad, vida de oracion y union con la Cruz.

Ser docil es saber descubrir la Voluntad de Dios, en la vida cotidiana, en las palabras de quienes nos rodean, especialmente de aquellos que Dios ha puesto a nuestro lado para ayudarnos en nuestro camino y encuentro con Dios.
La vida de oracion nos llevara a converar con Dios, por eso debemos luchar por ser piadosos y no conformarnos con un ratito de oracion, tratar de cada dia aumentar nuestra oracion porque de esa manera y con una total entrega a Dios podemos escuchar y descernir sus palabras.
Debemos saber descubrir la Cruz porque es redentora, en el trato con los demas, en el trabajo, en la enfermedad. Cuando hay trato con el Espiritu Santo, Él nos ayuda a romper con las esclavitudes.

La Paz

La paz del cristiano, tan necesaria para el apostolado y para la convivencia, es orden interior, conocimiento de las propias miserias y virtudes, respeto a los demás y una plena confianza en el Señor, que nunca nos deja. Es consecuencia de la humildad, de la filiación divina y de la lucha contra las propias pasiones, siempre dispuestas al desorden.

Se pierde la paz por el pecado, y por la soberbia y la falta de sinceridad con uno mismo y con Dios. También se pierde la paz por la impaciencia: cuando no se sabe ver la mano de Dios providente en las dificultades y contrariedades.

La confesión sincera de nuestros pecados es uno de los principales medios puestos por Dios para recuperar la paz perdida por el pecado o por la falta de correspondencia a la gracia. “Paz con Dios, efecto de la justificación y alejamiento del pecado; la paz con el prójimo, fruto de la caridad difundida por el Espíritu Santo; y la paz con nosotros mismos, la paz de la conciencia, proveniente de la victoria sobre las pasiones y sobre el mal”.
Recuperar la paz, si la hubiésemos perdido, es una de las mejores muestras de caridad para quienes están a nuestro alrededor. Somos bienaventurados cuando sabemos llevar la paz a quienes están afligidos, cuando servimos como instrumentos de unión en la familia, entre nuestros compañeros de trabajo, con todas las personas en medio de los sucesos de la vida de cada día.
Para poder realizar este cometido importantísimo hemos de ser humildes y afables, pues la soberbia solo ocasiona disensiones.

El hombre que tiene paz en su corazón la sabe comunicar casi sin proponérselo, y en él buscan apoyo y serenidad los demás: es una gran ayuda en el apostolado. Los cristianos hemos de difundir la paz interior de nuestro corazón allí donde nos encontremos.“Cuando el hombre olvida su destino eterno y el horizonte de su vida se limita a la existencia terrena, se contenta con una paz ficticia, con una tranquilidad solo exterior a la que pide la salvaguardia del máximo bienestar material que puede alcanzarse con el mínimo esfuerzo. De este modo construye una paz imperfecta e inestable, pues no está radicada en la dignidad de la persona humana, hecha a imagen y semejanza de Dios y llamada a la filiación divina. Vosotros jamás tenéis que contentaros con estos sucedáneos de paz; sería un grave error, cuyo fruto produciría la más amarga de las desilusiones. : La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da os la doy yo” (Jn 14, 27).La presencia de Cristo en nuestras vidas es, en toda circunstancia, la fuente de una paz serena e inalterable: Soy yo, no temáis, nos dice.Las enseñanzas del Señor constituyen la buena nueva de la paz.

Santa María, Reina de la paz, nos ayudará a tener paz en nuestros corazones, a recuperarla si la hubiéramos perdido, y a comunicarla a quienes nos rodean. Como ya se acerca la festividad de la Inmaculada, nos esforzaremos por acudir a Ella durante todo el día, teniéndola más presente en nuestro trabajo y ofreciéndole alguna muestra especial de cariño.
Dijo la Virgen Maria:"...A Medjugorje he venido a traer la palabra paz y quiero que el Papa la lleve a todo el mundo. Queridos hijos, la paz no es posible sin la oración. La paz espiritual no se alcanza con métodos humanos; ninguna técnica nos da la paz, ninguna forma de concentración, sino sólo Jesucristo cuando nos encontramos con Él.

Viernes 21 de OCTUBRE de 1983. "Lo más importante es rezar al Espíritu Santo para que descienda sobre vosotros. Cuando uno lo posee, lo tiene todo. Las personas cometen un error al invocar a los santos solamente, cuando piden algo".

OCTUBRE DE 1984. "Lo más importante en la vida espiritual es el pedir el don del Espíritu Santo. Cuando el Espíritu Santo viene, entonces la paz se establece. Cuando esto ocurre, todo cambia alrededor de vosotros".

Oracion del Cardenal Mercier
¡Oh, Espíritu Santo, alma de mi alma, te adoro! Ilumíname, guíame, fortaléceme, consuélame; dime qué debo hacer, dame tus órdenes; te prometo someterme a todo lo que desees de mí y aceptar todo lo que permitas que me suceda; hazme tan solo conocer tu voluntad.


Cada dia comienza diciendo"Ven Espiritu Santo, Ven pòr medio de la poderosa intercesion del Corazon Inmaculado de Maria tu Amadisima Esposa"

Oracion por la union de los cristianos

Padre lleno de bondad, te damos gracias por amarnos tanto hasta darnos a Jesús, tu primogénito; por Él, venimos ante ti a rogarte que en este año Santo nos impulses por medio de tu Espíritu a vivir el valor de la unidad, como verdaderos hijos tuyos. Señor todopoderoso te pedimos que todos los cristianos encontremos en Jesús el vínculo de unión y amor, que nos haga más hermanos, olvidando las diferencias y así reine la paz y el perdón en toda la humanidad. Que todos seamos uno, como Tú y Cristo son uno. Amén.


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martes, 3 de enero de 2012

Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía. Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.


JMS "..Porque él librara al necesitado que suplica, al humilde que no tiene defensor; tendrá compasión del abandonado, y salvará la vida de los necesitados.Que te adoren, Señor, todos los pueblos."

Señor, que has comenzado de modo admirable la obra de redención de la humanidad con el nacimiento de tu Hijo; concédenos, te rogamos, una fe tan sólida que, guiados por el mismo Jesucristo, podamos alcanzar los premios eternos que nos has prometido.Por nuestro Señor Jesucristo...Amén.

La Sagrada Familia se presentó en el Templo confundida, como una más. María y José ofrecieron el Niño a Dios y lo rescataron, recibiéndolo de nuevo. La Virgen cumplió con los ritos de la purificación. Cuando llegaron a la puerta del Templo se presentó ante ellos un anciano llamado Simeón, tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios diciendo: Ahora, Señor, puedes sacar en paz de este mundo a tu siervo, según tu palabra: porque mis ojos han visto a tu Salvador.

Aquel encuentro con Jesús ha sido lo verdaderamente importante en su vida; ha vivido para este instante. Nosotros hemos tenido con Jesús muchos encuentros en la Sagrada Comunión. Encuentros más íntimos y más profundos que los de Simeón. Después de cada Comunión, llenos de fe, de esperanza y de amor, también podemos decir: mis ojos han visto al Salvador.

En la vida corriente, el llamar a una persona por su nombre indica familiaridad. “Suele suponer un paso decisivo en una amistad, el que dos personas empiecen, sin esfuerzo, a llamarse mutuamente por sus nombres de pila. Y cuando nos enamoramos, y todas nuestras experiencias se hacen más agudas y las cosas pequeñas significan tanto para nosotros, hay un nombre propio cuando lo vemos escrito en la página de un libro o cuando lo oímos en una conversación; su simple encuentro nos estremece. Este sentido de amor personal fue el que personas como San Bernardo dieron al nombre de Jesús”. También para nosotros el Señor lo es todo, y por eso le tratamos con toda confianza.

“Pierde el miedo a llamar al Señor por su nombre –Jesús– y a decirle que le quieres”.San Josemaría Escrivá

A un amigo le llamamos por su nombre. ¿Cómo no vamos a llamar a nuestro mejor Amigo por el suyo? Él se llama JESÚS, así lo había llamado el ángel antes de que fuera concebido en el seno materno. Dios mismo fijó su nombre por medio del Ángel. Con el nombre queda señalada su misión: Jesús significa Salvador. Con Él nos llega la salvación, la seguridad y la verdadera paz: Es el nombre superior a todo nombre, a fin de que al nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el infierno.

El nombre era de gran importancia entre los judíos. Cuando a alguien se le imponía un nombre se quería expresar lo que había de ser en el futuro. Si no se conocía el nombre de una persona, no se conocía a esta en absoluto. Tachar un nombre era suprimir una vida, y cambiarlo suponía alterar el destino de la persona. El nombre expresaba la realidad profunda de su ser. Entre todos los nombres, el de Dios era el nombre por excelencia.

En el pueblo judío, el nombre se imponía en la circuncisión, rito instituido por Dios para señalar como con una marca y contraseña a quienes pertenecían al pueblo elegido. Era la señal de la Alianza que Dios hizo con Abraham y su descendencia y prescribió que se realizase al octavo día del nacimiento. El incircunciso quedaba excluido del pacto y, por tanto, del pueblo de Dios.

En cumplimiento de este precepto, Jesús fue circuncidado al octavo día9, como decía la Ley. María y José cumplieron lo que estaba legislado. “Cristo se sometió a la circuncisión en el tiempo en que estaba vigente" Santo Tomás.
Y así su obra se nos ofrece como ejemplo a imitar, para que observemos las cosas que en nuestro tiempo están preceptuadas” y no busquemos situaciones de excepción o privilegio cuando no hay razón para ello. Terminada la circuncisión de Jesús, sus padres, María y José, repetirían por vez primera el nombre de Jesús, llenos de una inmensa piedad y cariño.

"...en verdad os digo que cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo concederá".
En el nombre de Jesús se perdonan los pecados y las almas son purificadas y santificadas.
Anunciar este nombre constituye la esencia de todo apostolado, pues Él “es el fin de la historia humana, punto de convergencia hacia el cual tienden los deseos de la historia y de la civilización, centro de la humanidad, gozo del corazón humano y plenitud total de sus aspiraciones”.
En Jesús encuentran los hombres aquello que más necesitan y de lo que están sedientos: salvación, paz, alegría, perdón de sus pecados, libertad, comprensión, amistad. “¡Oh Jesús..., cómo te compadeces de los que te invocan! ¡Qué bueno eres con quienes te buscan!
¡Qué no serás para quienes te encuentran!...

Invocando el Santísimo Nombre de Jesús desaparecerán muchos obstáculos y sanaremos de tantas enfermedades del alma que a menudo nos aquejan.
“Que tu nombre, oh Jesús, esté siempre en el fondo de mi corazón y al alcance de mis manos, a fin de que todos mis afectos y todas mis acciones vayan dirigidas a ti En tu nombre, ¡oh Jesús!, tengo remedio para corregirme de mis malas acciones y para perfeccionar las defectuosas; también, una medicina con que preservar de la corrupción mis afectos o sanarlos, si ya estuvieran corrompidos
".

Otras veces, mirando al Señor, Dios hecho Niño por amor nuestro, le diremos llenos de confianza:. "Señor, Jesús, en ti confiamos, en ti confío.!"
Junto al nombre de Jesús hemos de tener en nuestros labios los de María y de José: los nombres que más veces debió pronunciar el mismo Señor.


Hoy Rezamos en honor a Jesus en el dia de Su Santisimo Nombre le ofrecemos un ratito de oracion, cierra los ojos un momento y piensa en lo que puedes ofrecer con el corazon sincero.
Luego reza esta oracion de Santa Teresita y ofrecete a Jesus, rezaremos por ti.

Oracion para alcanzar la humildad
Jesús, cuando eras peregrino en nuestra tierra, Tú nos dijiste: Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y vuestra alma encontrará descanso. Mi alma encuentra en Ti su descanso al ver cómo te rebajas hasta lavar los pies a tus apóstoles. Entonces me acuerdo de aquellas palabras que pronunciaste para enseñarme a practicar la humildad: Os he dada ejemplo para que lo que he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.
El discípulo no es más que su maestro... Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. Yo comprendo, Señor, estas palabras salidas de tu corazón manso y humilde, y quiero practicarlas con la ayuda de tu gracia. Te ruego, divino Jesús, que me envíes una humillación cada vez que yo intente colocarme por encima de las demás.
Yo sé bien Dios mío, que al alma orgullosa tú la humillas y que a la que se humilla le concedes una eternidad gloriosa; por eso, quiero ponerme en el último lugar y compartir tus humillaciones, para tener parte contigo en el reino de los cielos. Pero Tú, Señor, conoces mi debilidad.
Cada mañana hago el propósito de practicar la humildad, y por la noche reconozco que he vuelto a cometer muchas faltas de orgullo.
Al ver esto, me tienta el desaliento, pero sé que el desaliento es también una forma de orgullo. Por eso, quiero, Dios mío, fundar mi esperanza sólo en Ti. Para alcanzar esta gracia de tu infinita misericordia, te repetiré muchas veces: ¡Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo!
. Amén

Fuentes: Santo Tomás, Suma Teológica,San Josemaría Escrivá, Camino, n. 303. San Bernardo, Sermones sobre los cantares.
Oracion: Oraciones y Devociones.org