martes, 17 de marzo de 2009
saname
JMS15 de marzo
BEATO DON ARTEMIDES ZATTI
“El enfermero santo de la Patagonia”Con frío, calor o bajo la lluvia, visitaba con su legendaria bicicleta, a los enfermos de ambos poblados ribereños del río Negro: Viedma y Carmen de Patagones. De guardapolvo blanco y bolsito con los medicamentos más comunes y las inyecciones, asistía a pobres y ricos gratuitamente, pero si le daban algo, lo llevaba al hospital. Su tarea asistencial no estaba desligada de la religiosa y siempre tenía alguna palabra para confortar o animar.Zatti tenía una frase que lo pinta muy bien: "Yo no le pido a Dios que me dé dinero, sino que me indique donde está". Y al parecer el Señor lo escuchó porque siempre contó con manos generosas que le ofrecían dinero para “tapar agujeros” y cuando las cosas se ponían muy serias, se ponía el traje y marchaba al banco para solicitar un crédito. Nunca se lo negaron porque siempre cumplió con sus compromisos.
BEATO DON ARTEMIDES ZATTI
“El enfermero santo de la Patagonia”Con frío, calor o bajo la lluvia, visitaba con su legendaria bicicleta, a los enfermos de ambos poblados ribereños del río Negro: Viedma y Carmen de Patagones. De guardapolvo blanco y bolsito con los medicamentos más comunes y las inyecciones, asistía a pobres y ricos gratuitamente, pero si le daban algo, lo llevaba al hospital. Su tarea asistencial no estaba desligada de la religiosa y siempre tenía alguna palabra para confortar o animar.Zatti tenía una frase que lo pinta muy bien: "Yo no le pido a Dios que me dé dinero, sino que me indique donde está". Y al parecer el Señor lo escuchó porque siempre contó con manos generosas que le ofrecían dinero para “tapar agujeros” y cuando las cosas se ponían muy serias, se ponía el traje y marchaba al banco para solicitar un crédito. Nunca se lo negaron porque siempre cumplió con sus compromisos.